No caben dudas que la población más afectada por la pandemia por el Covid han sido los niños. De hecho, en abril del 2020 más del 90% de los niños vivía en países con algún tipo de restricción a la movilidad fruto de la pandemia. No solo perdieron gran parte de su año escolar (aunque las clases hayan continuado de manera virtual) sino que por momentos pareciera que dejaron de ser niños. Dejaron de ser niños porque no pudieron salir a jugar, visitar parques infantiles, compartir con amigos, tener contacto con la naturaleza, etc.
Que los niños comiencen a recuperar su vida normal es un aspecto clave para su desarrollo y debería ser un tema de prioridad para los dirigentes. De lo contrario, el día que termine la pandemia (si es que en algún momento termina) deberemos enfrentarnos a las graves consecuencias del asilamiento en los niños.
El confinamiento en los niños
Muchos padres han notado cambios en las conductas y actitudes de sus hijos durante la pandemia, en gran parte producto del confinamiento. Tics nerviosos, irritabilidad, pesadillas, insomnio, cambios repentinos en el humor, rabietas son solo algunas de las muchas manifestaciones de los niños, que piden a gritos volver a la normalidad.
Los niños están siendo sometidos a niveles de estrés demasiado altos para su corta edad. Así lo afirma Alicia Álvarez, directora asistencial de la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UTCCB).
Beneficios de los parques infantiles en el actual contexto de pandemia
Visitar los parques infantiles fue una de las privaciones a las cuales se han visto sometidos, pero lo cierto es que asistir a este tipo de lugares les permite a los niños sociabilizar entre ellos y mantenerse en contacto con sus pares. Además, favorecen el desarrollo de su sistema motor y cerebral, facilitando a la vez su interacción social.
Una de las grandes ventajas de los parques infantiles es que son al aire libre, lo cual disminuye el riesgo de contagios entre los niños. El contacto con la luz solar y el movimiento favorece la síntesis de vitamina D, necesaria no solo para el desarrollo del sistema ósea, sino también para mantener el sistema de defensas. Y ante la amenaza del coronavirus, el sistema inmunológico es el arma más poderosa que disponemos.
Por otro lado, la visita de los niños a los parques también representa un alivio para los estresados padres. Les permite un momento de relajación, sabiendo que su hijo está disfrutando en un entorno seguro.
Y como todo, los parques infantiles también han tenido que amoldarse a la pandemia. En muchos de ellos ya se pueden ver dispensadores de alcohol en gel para que tanto niños como padres puedan higienizar sus manos. Todo tipo de productos para prevenir el virus.
En conclusión, los parques infantiles, hoy más que nunca, se han convertido en una necesidad y un lugar seguro para los niños. Ofrecen más ventajas que desventajas y, lo más importante, contribuyen a cuidar la salud mental de los más pequeños.